Lenoid Afremov
Hoy soy un solitario silencio que se hace
invisible bajo las luces de la noche. Me acoge el frío de esta gran ciudad, me
toma de las manos la oscuridad y caigo entonces como un copo de algodón de
nuevo en la melancolía. Sé que no debí contarte tantas cosas, ni nombrarte
tantas palabras. Sé que no siempre estas, aunque yo siempre estaré para ti. Lo
sé todo, porque he visto bajo los días rojos, oscuros, amarillos, tristes,
melancólicos, azules, alegres y apagados; que te has convertido en un caminante
más que suelta mis manos y toma su propio destino. Yo suelo amar con frecuencia
y amar para siempre, sin ninguna condición. Pero sé que el mundo y sus
condiciones no se rigen bajo el mismo sentimiento. No tengo nada más que decir.
Sé que el mundo no me ve, porque cotidianamente nadie ve a su alrededor, sé que
estas allí y a lo mejor aún me ames, sé que siempre escribiré y tu caminarás,
sé que el destino esta dicho, las palabras escritas, los amores resueltos, sé
todo de ti, como tu todo de mí. Sé que esta melancolía acabará, entonces me
levantaré en uno de eso días azules y alegres y desde mi ventana veré pasar tu
figura. Te regalaré una despedida, te sonreiré entre la lluvia y a la final y
como siempre solo te amaré.
Laura Bustamante.
El cuadro es increíble... precioso.
ResponderEliminarTremendo ese sentimiento aferrado al alma y nosotros aferrados a él. Incluso si hace mal, lo valoramos, lo guardamos, lo cuidamos. Muy romántico el escrito.
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